jueves, 25 de noviembre de 2010

SOBRE EL ROL HISTORICO, CONTRA REVOLUCIONARIO Y DEMAGOGICO, DEL TROTSKISMO


A continuación socializamos un artículo concerniente al rol contra revolucionario que históricamente cumplió y cumple el trotskismo a nivel nacional y mundial.

POR UNA UNIVERSIDAD DE PUEBLO, PARA EL PUEBLO Y CON EL PUEBLO.

IDENTIDAD MAS DIGNIDAD.


EL TROTSKISMO
Y SU PAPEL CONTRARREVOLUCIONARIO MUNDIAL

Estudiando el curso sinuoso de la Guerra y la Revolución españolas (1936-39), hemos podido comprender, en toda su magnitud, el carácter intrínsecamente contrarrevolucionario que juega el trotskismo internacional en cada una de las grandes experiencias revolucionarias de los pueblos del mundo.

Cuando España republicana fue víctima de la más brutal agresión de los fascistas y falangistas españoles derrotados en elecciones libres y democráticas por el Frente Popular español a cuya cabeza de encontraba el Partido Comunista de España, se produjo la intervención abusiva de la Alemania hitleriana, de la Italia fascista y del Portugal reaccionario que suministraron todo tipo de ayuda y una intervención directa a lado de las fuerzas golpistas del genocida Francisco Franco.

¿Cuál fue el papel jugado por los trotskistas españoles en el drama español que culminó con la derrota republicana y el triunfo falangista? Para nadie es un secreto que los trotskistas unificados en el POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista), consideraron muy seriamente que el enemigo principal del pueblo español insurreccionado contra el golpe fascista, era el Partido Comunista de España y en particular, los asesores soviéticos que se encontraban en España y por lo tanto el propio Stalin y el PCUS.

Con esos criterios, el POUM en lugar de luchar con todas sus fuerzas contra el golpe fascista de Franco, dedicaban sus esfuerzos para luchar contra el…stalinismo. (recordemos que en plena guerra civil, los trotskistas de Cataluña se insurreccionaron contra el Gobierno republicano). Así tenemos la obra quintacolumnista de Andrés Nin, Julián Gorkin, Andrade, Fernando Claudín (de última hora) y también Jesús Hernández (también trotskista de última hora). No podemos entrar en el detalle de la obra del POUM de sabotaje a la revolución española por falta de espacio.

Por otro lado y muy rápidamente podemos citar la actitud de los trotskistas en Vietnam, en Cuba, en China, en Nicaragua; pueblos que realizaban grandes movimientos revolucionarios mientras los trotskistas encontraban siempre al enemigo en el “estalinismo” que se identificaba con el gobierno o el movimiento revolucionario en cada caso, olvidándose de la reacción fascista que amenazaba a los procesos o ya a los gobiernos revolucionarios. En todos los procesos nombrados los grupos trotskistas fueron sancionados severamente y en varias oportunidades muchos trotskistas sufrieron la pena capital por sus traiciones a aquellos procesos revolucionarios.

Una situación muy similar ocurre en Bolivia actualmente. El trotskismo en todas sus variantes que son innumerables, consideran al MAS y al gobierno de Evo Morales como el enemigo principal y solamente después nos hablan tímidamente de la derecha fascista. En este sentido reaccionario militan también trotskistas extranjeros solapados como James Petras, por ejemplo, o la locuaz Celia Hart que no desperdician ocasión para atacar a Evo Morales y al MAS sin decir media palabra contra la derecha fascista.

Ahora bien, ¿cuál es la razón profunda de las actitudes trotskistas contra todo movimiento revolucionario del mundo? Esta posición trotskista es de PRINCIPIO.

Expliquémonos con todo detalle y sobre todo lógicamente.

Para el trotskismo clásico y según la “teoría de la revolución permanente”, los movimientos revolucionarios del mundo entero deben ser simultáneos, es decir deben producirse al mismo tiempo histórico por lo menos en los países capitalistas más industrializados como Alemania, Francia, Gran Bretaña o Estados Unidos; empero si la revolución se produce “en un solo país” nos encontramos con el estalinismo y el estalinismo debe ser combatido por considerársele el enemigo principal. Es con estas premisas que el propio Lev Davidovich Bronstein, consideraba que el socialismo en la Rusia atrasada no tenía ninguna posibilidad de sobrevivir menos construir el socialismo, si no venía en su ayuda y auxilio la revolución en el occidente de Europa.

Si aplicamos la misma “teoría” a los países del Tercer Mundo, la situación es mucho peor. Cualquier gobierno que proclame el socialismo por su cuenta y sin esperar la orden de León Trotski y de los trotskistas que son sus herederos, no tiene validez por ser “estalinista” e incluso debe ser combatido con todas las fuerzas posibles.

Por ejemplo, nosotros no comprendemos cómo la citada Celia Hart, cubana, trotskista y muy partidaria de la Revolución Cubana y admiradora del Che Guevara, cuyo padre es o fue Ministro de Educación (Armando Hart Dávalos); apoya la “revolución en un solo país” de Cuba, si la sola mención del postulado estalinista del “socialismo en un solo país” es una anatema para el trotskismo. ¡Vaya doña Celia a explicarnos esa flagrante contradicción de su trasnochado trotskismo!

El trotskismo, entonces niega la posibilidad del “socialismo en un solo país” y ni siquiera de avances socialistas independientes y autónomos mucho menos en países como el nuestro. En espera paciente de la revolución proletaria en los centros del capitalismo desarrollado, los pueblos del Tercer Mundo deben, según el trotskismo,  dedicarse a combatir al….estalinismo.

Insistimos, en nuestro país los trotskistas de toda laya, hacen del MAS y el gobierno, el enemigo principal y así se muestran como aliados seguros y de principio de la derecha fascista que está planeando dividir el país o derrocar al gobierno del MAS.

El slogan de que “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”, resulta siendo una explicación lógica de la actividad nefasta del trotskismo. El enemigo principal del trotskismo es el MAS y el enemigo principal de la derecha también es el MAS, ergo, el trotskismo es amigo de la derecha.

Es esta razón profunda para que nuestro Partido, alerte a todas las organizaciones que apoyan el actual proceso de cambios profundos para que tengan en cuenta la actuación de los grupos trotskistas que con toda forma de camuflaje se presentan en el campo popular levantando banderas ultraradicales y provocadoras que encubren sus verdaderas intenciones que son coincidentes con las de la derecha fascista.

 ¡El Fascismo separatista, no pasará, como no pasó
en la Unión Soviética de Stalin!
Su cómplice, el trotskismo trasnochado, debe ser desenmascarado.

Jorge Echazú Alvarado.
Comité Central PC mlm.

La Paz—Bolivia.
25-04-08

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