martes, 26 de octubre de 2010

Ana Maria Romero de Campero

ASAMBLEA PERMANENTE DE DERECHOS HUMANOS LA PAZ
FALLECIÓ ANA MARÍA ROMERO DE CAMPERO
Ayer 25 de de octubre en la ciudad de La Paz a horas 22: 10 luego de una prolongada enfermedad a la edad de 68, dejo de existir Ana María Romero de Campero en su domicilio de la calle Capitán Ravelo; quien fuera la primera Defensora del Pueblo, destacada periodista y mujer insigne defensora de los Derechos Humanos, la democracia y la justicia social;  pero por sobre todo, gran luchadora por la emancipación y los derechos de la mujer boliviana. Su hijo Fernando Campero confirmó la noticia esta madrugada al mismo tiempo que expresaba que la familia decidiría sobre la forma de su sepelio.
Al promediar las 10 de la mañana de hoy martes 26 de octubre, los familiares de Anamar señalaron que el cuerpo de la insigne periodista y defensora de los derechos humanos será cremado en cumplimiento a un pedido que expresó antes de fallecer, momento en que sus restos eran trasladados a la parroquia de las Carmelitas ubicado en la avenida 20 de octubre en el barrio de Sopocachi donde se procederá a su velatorio. La familia, informó también que el día jueves luego de una misa de cuerpo presente se procederá a su cremación y posterior traslado de sus cenizas al Cementerio Jardín de la ciudad de La Paz.
Anamar, como se la conoció en el ámbito periodístico y como gustaban llamarla quienes la conocieron de cerca, estuvo internada hasta hace una semana en una clínica de la ciudad de La Paz aquejada por dolencias de tipo gastrointestinal, de la que no pudo recuperarse; Anamr habría pedido ser trasladada “a su cama y a su casa”, para descansar en paz.
Ana María Romero trabajó como corresponsal de Nueva Época y de las agencias internacionales DPA, UPI, cronista de El Diario, reportera de radio Fides y de la Agencia de Noticias Fides, directora del periódico Presencia, trayectoria reconocida con el Premio Nacional de Periodismo 1998, fundó el Círculo de Mujeres Periodistas. En 1979 fue ministra de Informaciones en el gobierno transitorio de Wálter Guevara Arze. Como Defensora del Pueblo entre los años 1998 y 2003, marcó un hito en la historia democrática, trabajó en el proceso de construcción institucional, logrando convertirla, desde su inicio, en la institución de mayor credibilidad del país; asimismo, se caracterizó por defender, promocionar y divulgar los derechos humanos.

Durante la guerra del gas en 2003, su papel de activista por los Derechos Humanos como periodista fue fundamental ya que fue precisamente en la iglesia de los carmelitas que inicio una huelga de hambre exigiendo la renuncia del genocida Sánchez de Lozada, exigiendo también el respeto a la vida y el derecho a la protesta, esa acción hizo que la pequeña burguesía o clase media acomodada, incline la balanza y al igual que el resto del pueblo explotado salga a las calles y se sume a las protestas en contra de los asesinatos ya cometidos por el gobierno de Goni.
Como directora de la Fundación Unir, aportó a la articulación de procesos de mediación y democratización de la comunicación, pero a su vez al diálogo y al manejo de conflictos en paz. Publicó varios textos entre los que se destacan “Cables Cruzados”, un libro de historia titulado “Ni tan todos ni tan santos”, “País Íntimo”, una recopilación de sus columnas escritas bajo el título de “Entreteclas”.
Es por eso que la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de La Paz (APDHLP) ante su sensible e irreparable pérdida, expresa su solidaridad y se suma al dolor de la familia y del pueblo boliviano en general.  Al mismo tiempo la APDHLP junto a quienes conocieron y trabajaron junto a ella, rinde homenaje póstumo a Ana María Romero de Campero, insigne ejemplo de lucha y destacada mujer de los últimos tiempos. Nuestro mayor respeto y homenaje.

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